El viejo tren llevaba ya muchos años recorriendo los pueblos de los alrededores.
Un buen dia se paró y no hubo forma de hacerlo andar de nuevo. Andres el maquinista estaba preocupado. Que te pasa viejo tren?. Se te ha roto algo?.
Es que estoy muy muy cansado, ya no tengo fuerzas para andar de un lugar a otro, contestó el tren, pero no quiero que me saquen de las vías y me dejen arrinconado. He pasado toda mi vida entre viajeros y no sabría estar solo.
Entonces Andres el maquinista tuvo una idea. Habló con Jose Antonio el jefe de estación, y decidieron colocar al viejo tren en a entrada principal, delante de la puerta para que todo el mundo lo pudiera ver.
Que tren mas bonito!, decían los viajeros al pasar junto a el, y que antiguo es!.
Y el viejo tren sonreía feliz mientras recordaba todos los lugares que había recorrido, en su vida.
Pilar Alarcon Zarco
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