Una de las mentiras más grandes es cuando nos sentamos a esperar que "algún día" algo cambie en nuestras vidas. Que, así como por arte de magia, la situación financiera cambie, mi pareja cambie, el país cambie, mi jefe cambie, algo cambie.
Es una automentira que genera grandes demoras en mi vida y fuertes frustraciones y somatizaciones. Porque no pueden cambiar las cosas si siempre hago lo mismo. Si siempre tengo la radio sintonizada en el mismo dial, ¿cómo podría pasar una frecuencia diferente? Es imposible desde la física cuántica que algo distinto ocurra, más bien más de lo mismo, porque no hay renovación energética y vibracional.
Algún sabio alguna vez dijo "el que espera desespera". Y sí che. Tenemos demasiada vida corriendo en nuestras venas para esperar. Tenemos demasiada energía para desperdiciarla esperando. Tenemos demasiado corazón para postergarlo. Nada cambia si vos no cambiás. Esa es la sutil diferencia entre una vida chata y repetitiva y una vida creativa. Los frutos salen de adentro para afuera. No se puede pegar una rosa a un rosal, la creación es por dentro. ¿Vos, estás creando, o esperás que "algún día", todo cambie?
(Julieta Suarez Valente)
Visto y prestado de un blog muy bonito que sigo.
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