La Inspectora Zarco

                                Zapatillas Voladoras (14)

Miro por la ventana y veo el amanecer entre las encinas que dan a la parte de atrás de la casa. La casa no es muy grande, pero tiene de todo, y se nota que a quien se la comprara tenía buenos gustos. Separada del pueblo, y con todos los servicios del pueblo, pero sin ruidos, bueno si, el de los pájaros cantar. Dani sigue medio dormido, me bajaré para hacer algo de café, y a ver que tiene para desayunar. La cena en el restaurante estuvo exquisita, y la posterior velada aquí en su casa mucho mejor. Me he acostumbrado a estar sola, pero los ratos que he pasado con Dani han sido muy agradables, y me engancha el estar con el, viajar con el, no se lo que será vivir con el, pero me atrae.
    - Que bien huele a café!!, buenos días, que tal has dormido?.
    - Genial, llevaba tiempo sin dormir tan bien. Que planes tienes para hoy?.
    - Que te parece si salimos un poco después a enseñarte el entorno un poco mejor y luego comemos, primero tengo que salir a entrenar con unos amigos de aquí.
    - Me parece bien, me subo ahora a ducharme y luego nos vemos.
Aprovecharé cuando salga para mirar algo dentro del coche, al final el portátil no le bajó y estará dentro, voy a echar un vistazo a ver si veo algo diferente.
    Llevé la mochila hacia la casa para poder mirar mejor dentro. Dentro estaba el portátil, y también había un aparato pequeño que no se qué era, parecido a un lector de códigos de barras, pero la verdad que no tengo ni idea de lo que es. Estuve indagando dentro del portátil, mirando archivos, encontré los que vi en Sevilla, estaban en la misma carpeta de "zapatillas voladoras", pero creo recordar que había menos. Al intentar abrirlo me pedía contraseña, y tampoco me daba opción para copiarlo, como en Sevilla.
    Volví a dejar todo en el coche y me di una vuelta por las habitaciones, en plan policía, mas para no encontrar nada que para encontrar algo raro que lo relacionara con el caso.
    El fin de semana fue fantástico en Rascafria, aparte de la compañía, fue el entorno, la comida, y las dos excitantes noches con Dani. Volvíamos de vuelta ya para Madrid, y por supuesto el atasco fijo de entrada por la hora.
    - Te ha gustado tu fin de semana en Rascafria?, si quieres lo podemos repetir otro mas adelante cercano al verano.
    - Que preguntas haces Dani, lo que se ve o se sabe no se pregunta, claro que me ha gustado, y lo de volver?, me encantaría.

Llegamos a Madrid ya anochecido, Dani me llevó a casa y no se quedó, al día siguiente era lunes y vuelta al trabajo, y el tenia que entrenar muy temprano porque me dijo había quedado con un grupo de corredores en la casa de campo. Su entrenamiento para el maratón de Madrid le quedaba muy poco, y después de Madrid ya no participa en maratones hasta la siguiente temporada. En 15 días lo volvería a ver correr por aquí, le prometí ir a verle al retiro.

Hoy en la jefatura me he acordado del vídeo que vi del caso, el ultimo de la zona del Bernabeu, quiero volver a verlo mejor y intentar verlo lo mas cerca posible. En el momento de estar buscando el vídeo llega Parejo a mi oficina.
    - Buenos días Juan, algo nuevo del caso del Bernabeu?.
    - Nada jefa, lo mismo que en los otros casos, las victimas se quedan igual, y es como un volver a empezar sus vidas.
    - Estoy volviendo a mirar el vídeo, a ver si se nos escapa algo, o podemos ver algo mas del sospechoso. El sospechoso lleva algo en la mano y cuando llega a su altura alarga esa mano, pero no se ve que es, será algo pequeño. Y que leches puede ser eso?.
    - Jefa, no parece que hay un brillo luminoso en el contacto de lo que lleve en la mano con la víctima?. Dale para atrás y para justo cuando alarga la mano.
    - Es verdad, es muy poco, pero se ve una pequeña luz, parece como si fuera un taser de los que se utilizan para reducir a otra persona mediante una descarga.
    - Lo único que esos taser al lanzar la descarga se vería mucho mas, esa luz es muy pobre.
    - Eso parece, es poca luz, bueno, pero algo tenemos ya, así es como hace que las victimas caigan desmayadas.

En casa ya y con una gran copa de vino, pienso sobre el raro caso de los desvanecimientos, con lo poco que tenemos poco podemos avanzar, y además que como no se exponga mas parece que no lo podremos pillar. Hoy el subdirector ha venido a verme, me ha preguntado sobre el caso y el echo de que lo haga me hace pensar que por arriba andan nerviosos ya con este tema. Tengo ganas de que llegue el verano y tomarme unas vacaciones, y si puede ser lejos de aquí.
    Lo poco que tenemos es que es bastante listo en no verse, ni en que lo grabe alguna cámara de las calles o donde actúe, y que utiliza un aparato no muy grande que emite un pequeño destello cuando lo acerca a la víctima. 
    Me viene a la mente el pequeño aparato que tenia Dani en su mochila, para qué le serviría?, lo que no entiendo es que si tengo sospechas de el como no le pregunto. Quizás lo que quiero es no saber si tiene algo que ver, porque, si tuviera algo que ver, no sabría que hacer.