Admiro a esas personas que mantienen a la vejez sus arrugas en la cara, esas señas de identidad, esos surcos de vida que son recuerdos de haber reído, haber sufrido, haber llorado, haber vivido.
Los que con el paso del tiempo no admiran sus arrugas y deciden por parecer mas bellos hacer que desaparezcan de sus caras. Es como cuando tienes una moneda muy antigua y le limpias la pátina que tiene, la verás mas limpia, pero sin identidad, como una nueva moneda.
No hay que "limpiar" las señas de identidad del paso de la vida por ti, es tu historia, sufrida o disfrutada, pero vivida.
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