El sueño

                                                    Microrrelato

 Al recordarlo al dia siguiente, tuvo dudas si era realmente un sueño o lo había vivido de verdad. Dicen que se sueña lo que quieres, o con lo que disfrutas en tu vida diaria, no sé, pero si sé que en esos momentos estas tan a gusto, que no quieres que sea un sueño, quieres que sea real.

 Según lo recordaba, la historia empezaba que tenía que hacerme una prueba de esfuerzo, al ser corredor popular, se lo recomendaron para evitar problemas. 

 Llegó en poco tiempo con el coche hasta la dirección de la clínica donde le recomendaron, había poco trafico. Pudo aparcar sin problemas en la misma puerta. Cuando entró en el centro no tuvo que esperar nada, llegar y entrar. Le empezaron a hacer las pruebas y en todas marcaba datos de corredor de elite, hasta en la cinta que corrió un kilometro con una mascarilla puesta, le salió el kilometro en dos minutos escasos.

 No se lo podía creer, todo era demasiado bueno para ser verdad. Con esos datos podría batir records a su edad, que temblara kipchoge, Bekele o Farah, era un descendiente del mismísimo dios Hermes. 

 Al salir, después de felicitarme efusivamente tanto los especialistas como las enfermeras, bajé hacia la planta baja para pagar la prueba de esfuerzo. Cuando pregunté que cuanto era la prueba, henchido y orgulloso del atleta que había dentro de mi, me dijeron que no costaba nada, que era gratis. Ahí me di cuenta que era demasiado bueno para ser real, definitivamente era un sueño.