El niño perdido

Esta anécdota no le pasó a un servidor, fue a un compañero que trabajó una mañana en la linea 38. Paso a contarla, no es muy larga, pero real y sorprendente como la vida misma.

Me lo cuenta un día, es un compañero de la linea 48, que un sábado que no tenía turno le pusieron en la 38, un turno de mañana de los que no nos gusta mucho, los que terminan sobre las 4 y pico de la tarde.
En uno de los viajes que iba en dirección a Manuel Becerra, de los del mediodía, de los que se suele cargar, al llegar a la cabecera de Manuel Becerra, se quería bajar al servicio, y al irse por la puerta de atrás puesto que todo el mundo se había bajado ya se da cuenta que un niño estaba sentado, solo, mi compi se acerca y le pregunta, estas solo?, y tus padres?. El niño con cara asustada le dice que no lo sabe, que cuando ha mirado no estaban ya.
Mi compañero llama por la emisora al centro de control para comentar el caso con el inspector que lleva la linea. Eso si, le dice que el niño no se vaya a ningún sitio y se quede con el.
En unos minutos le vuelven a llamar y le dicen que vienen los padres a buscarle en un taxi. Al final llegaron muy asustados y el final fue feliz.
Lo que pasó es que iban varias parejas de origen sur americano con todos sus hijos, creo eran tres parejas mas los hijos, y al bajarse en la parada de Quintana, como casi todos iban de pie y el niño se sentó solo al fondo, pues que bajaron pensando que bajaban todos, por la confusión de ser muchos, y que el niño no se dio cuenta de que se bajaban, pues se quedó solo, pero bueno, al final todo tuvo solución, aunque es fuerte dejarte a un niño solo en el bus olvidado.