lunes, 3 de abril de 2017

La Inspectora Zarco





                                Zapatillas Voladoras (9)

Se acerca la hora y estoy preparándome, que me pongo, como me maquillo?, la verdad que creo que eso ya da igual, me pondré algo cómodo, al ir a su casa y estar solos no hace falta ir demasiado bien vestida, un poco de maquillaje y ya está... Aunque creo que tanto ropa como maquillaje se caerá y quitara en poco tiempo.
    Me acerco al patio de los naranjos y meto el coche dentro, bueno, lo hace el chófer que tiene a su disposición como otras veces, de no ser así, aquí no se podría aparcar, que suerte tiene este tío con tanto amigo importante.
    Ósea que sabía que miraría en el portátil?, que pillo, y que serán tener esos archivos, bueno, pronto lo sabré, hasta la contraseña parecía ser fácil, cuál sería?.
    Llego a la casa de los amigos de Dani, será suya, o será verdad que es de unos amigos?, sea como sea en pleno centro de Sevilla, al lado de La Giralda, el famoso patio de los naranjos, una casa señorial como esta debe valer un pastón.
    - Hola inspectora Zarco, que tal el día?, estamos solos me han dejado la cena echa y les he dado la tarde libre. El unico que quedaba es el chófer y ya se va.
    - Otra vez solos, bueno, hablaremos mejor, no?
    - Claro, por eso lo he hecho, estaremos más cómodos, y necesito hablar de algo relacionado contigo, y prefiero que estemos solos. Primero tomaremos un buen vino y un aperitivo y después si quieres cenamos.
    - Como quieras, me interesa eso de lo que quieres hablar...
    - A su tiempo, ahora el vino y después la cena, hablaremos…
    El vino estaba buenísimo, y el jamón, junto con el queso, era aperitivo perfecto para ese vino. Dani no paraba de hablar, me hacía reír de cuantas cosas contara, y el tiempo pasaba sin darme cuenta.
    Pasamos a otro salón y allí estaba la cena, dos platos, verdura y algo de carne, también había algo de pescado, muy previsor en todo. Comimos de todo un poco y poco a poco me perdía entre sus risas y el vino del aperitivo y el que bebimos en la cena, sin darme apenas cuenta estábamos en el café.
    - Me vas a contar algo ya de lo que tienes en el portátil?, me interesa bastante lo que escuché ayer.
    - Claro que te lo voy a contar, todo a su tiempo, pero... Es que quieres escucharlo otra vez?.
    - No es por eso, me interesa, además sin los cascos es mejor, jajaja.
    - Te apetece bailar conmigo Octavia?.
        -   Por supuesto.
    Puso en marcha del iPod una canción que sale en la película top gun, lenta y romántica a rabiar, construida para paso lento y pegado. Empezamos a bailar y nos movíamos despacio y con el ritmo de la canción, él se pegó sin llegar a parecer demasiado, sonrisa cómplice y mejillas coloradas, olía a jazmines, me acerqué más a él e inspiré cerca del cuello parte de su olor, el hizo lo mismo.. Poco a poco más pegados, la sensación era excitante, Dani pego su mejilla contra la mía y me beso el cuello, un beso corto, y después la nariz, y buscó mi boca muy despacio y nos besamos en un largo beso que me puso los bellos de punta, a él aparte de los bellos le creció otra parte, nos apretamos más y lo notaba contra mí con más dureza.

   Sin apenas darme cuenta terminamos de bailar y me llevó a su habitación, a la orilla de la cama nos dimos otro beso largo pero con más deseo.. El empezó a desabrochar los botones de mi camisa, cuando llegó al último y abrió la camisa, empezó desde arriba a besarme, mis labios, mi pecho, bajaba hacia abajo y asomó su lengua pasándola desde el pecho hasta mi ombligo... Estaba extasiada y no quería que parara...

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