Abuelita es muy vieja, tiene muchas arrugas, y el pelo completamente blanco, pero sus ojos brillan como estrellas, solo que mucho mas hermosas, pues su expresión es dulce y da gusto mirarla.
También sabe cuentos maravillosos y tiene un vestido de flores grandes, muy grandes, de una seda tan tupida que cruje cuando anda.
Abuelita sabe muchas cosas, muchisimas cosas, pues vivía ya mucho antes que papá y mamá, ésto nadie lo duda.
Tiene un libro de cánticos con recias cartoneras de plata, lo lee con gran frecuencia. En medio del libro hay una rosa metida y comprimida, y la saca, y la mira con una sonrisa de arrobamiento, y le asoman lágrimas a los ojos. Porqué la abuelita mira así la rosa de su devocionario?. No lo sabes.
Cada vez que las lágrimas de la abuelita caen sobre la rosa, los colores cobran vida, la rosa se rejuvenece y la abuelita se pone mas bonita.
Qué daría yo por volver a los años que se fueron, no soy muy buena poeta, en mi poesía puede verse, solo escribo con mi pluma lo que mi corazón siente.
Pilar Alarcon Zarco
Otra entrega de los relatos poéticos de la mamá. Escribo y copio todo su relato tal y como lo escribió, lo único que corrijo son comas y puntos, y alguna cosa que falte para leerlo mejor.
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